
Nació en la ciudad de Duvergé el día 2 de febrero del 1922 y fue en su adolescencia cuando partió hacia la ciudad de Neyba, donde radicó hasta el día de su muerte el 24 de noviembre de 1995.
Fue un hombre polifacético, uno de los más inteligentes de todo el suroeste, gran abogado, político, narrador, escritor de altos vuelos, poeta y sobre todo fue un eminente novelista y cuentista. Autor de la novela "Carnavá" (que relata la historia verídica de un hombre valiente de los predios del sur que se convirtió en leyenda), "Canto a Neyba", "Las Hojas Caídas", "Las Voces De Mañana", "Trapiche", "Otra vez la noche", "Coctel de Escenas", "Tierra blanca","Grito en la Ribera de una Sombra" (publicada en la revista "Perfil Poético", que se edita en La Habana, Cuba, en su sección "Poetas de América"), “Cañamaca”, “Nube Negra”, “Tierra Blanca”, “Rosenda”, “La Sonrisa”, “Dígame Usted!”, “Los Campesinos Vienen Cantando”, entre otras, cuentos en los cuales la ternura, el amor y la esperanza combaten el terreno a la miseria y al dolor, a la injusticia y a la muerte.
Homenajeado en reiteradas ocasiones por poetas y escritores de otras regiones, así como también por el departamento Cultural de la Universidad Autónoma de Santo Domingo y el Instituto para el Desarrollo del Suroeste y recibió el premio de la Gran Iguana de Oro de Barahona.
Hombre de una singular alma generosa, callada y melancólica, su hogar era su oficina de Abogado y su casa era el Partido del cual fue líder por su espíritu sensible al latido de su urbe y a la odisea en que viven sus habitantes. En su lado político desempeñó diferentes cargos públicos como fuera el de Gobernador de Pedernales, Diputado, Fiscal, laboró en la Cancillería, también como Ayudante Civil del Presidente en el gobierno del Presidente Balaguer, en el año 1968, desempeñó el cargo de Subsecretario de Interior y Policía de la ciudad de Neyba y formó el Partido Movimiento Independiente La Paloma.
De joven tocaba guitarra y en la banda de música local tocaba el saxofón. Se casó con la señora Ruddy Medina de Acosta, con quien engendró 4 hijos.
Gustaba jugar dominó en el ocaso del día y reposar en su inseparable mecedora, exhalando el humo de un cigarrillo, mientras esperaba ansioso los partidos de pelota.
Angel Atilas, el poeta que enaltece y dignifica nuestro pueblo, personaje nos llega al latido del alma y al inigualable aroma de nuestra tierra.
*Tomado de: neybard.com